La nena hizo su aparición
en medio del salón,
con el cabello al viento
y sonrisa risueña,
una niña tan joven
y tan bella, con sonrisa sincera.
Con su sonrisa iluminó
aquella habitación,
ojos brillosos
simplemente hermosos,
llenos de admiración e ilusión
con desconfianza y amor,
sin dificultad se pasea por el alrededor
dejando huellas en el corredor.
Con el cabello desordenado
en perfecto orden,
y su aroma a flores
que inunda los corazones.
Pequeña nena, tan dulce y tierna,
tan joven y tan bella,
en pleno camino de señores
alegrando los corazones,
trayendo alegría
con su gran carisma.
Trae al mundo tus colores
y no dejes de soñar con los aviones
aquellos que te llevarán lejos
pero nunca te quitarán
tus grandes convicciones
y que nunca destruirán
tus ilusiones.
Vive dulce nena,
tan joven y risueña
aunque pasen cientos de décadas
siempre serás la nena pequeña.
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